Luego de 16 años desde la primera conversación que dio inicio a lo que hoy es el puerto de shanghái puede asegurar que ninguno de los presentes en dicha reunión pudo vislumbrar el gran impacto que esta obra generará en el país en la región y en las rutas del comercio mundial.
Si esta impirtante obra del puerto de chanay ha generado tal interés en la región principalmente porque reduce significativamente los costos y tiempos logísticos de exportación a un continente de 4000 millones de consumidores la pregunta que surge es ¿qué podemos hacer los peruanos para multiplicar esa sinergia que se inicia con la inauguración del puerto? me permito en las siguientes líneas esbozar un par de sugerencias:
Lo primero es dictar las normas necesarias que generen confianza y atraigan los capitales extranjeros una de estas normas se refiere a las zonas económicas especiales privadas cuya implementación ha demostrado beneficios económicos inmediatos en tecnología educación y creación de empleo.
El Perú estaría muy bien encaminado con la aprobación de esta norma, lo cual suma a los tratados de libre comercio no con las principales economías del mundo, nos posiciona como un destino atractivo para convertirnos en un Hub logístico tecnológico de transformación industrial regional
U segundo paso importante que debemos dar es resolver el grave problema de conectividad que tenemos en el Perú desde la costa hacia la sierra y la selva. A modo de ejemplo volar a la Ciudad de Panamá a 2400 km de distancia toma 3:05 horas mientras que llegar a Oxapampa a 380 km en ceja de selva, demora 10 horas.
Esto demuestra que es más fácil llegar al extranjero que a nuestra propia patria, y para ser una nación sólida y estar hermanados es importante estar conectados. Esta lección la tenían muy presente los antiguos peruanos. El gran imperio incaico construyó más de 100,000 km de vías en los Andes que penetraban la costa un concepto lógico que se mantiene vigente al día de hoy.
Si queremos dar pasos firmes para convertirnos en una nación próspera, que tenga un mismo norte, que acorte distancias y brinde seguridad, la historia de la humanidad nos enseña que la conexión ferroviaria es la más eficiente para potenciar la economía de los países.
Casos como el tren este-oeste en Estados Unidos, la red ferroviaria europea, incluido el eurotúnel y los 139000 km de vías en la República Popular China lo confirman. La gran ventaja del Perú es que cuentan con la materia prima y energía necesaria para hacerlo, además geopolíticamente somos el país con mejores condiciones para acceder al continente americano a los grandes mercados del mundo.
Debemos proyectarnos más allá de una inversión ferroviaria nacional y revivir el sueño de Simón bolívar de una América unida. Podemos inspirarnos en el caso Europeo que hace menos de 100 años estaba entre bombas y fusiles y hoy gozan de una moneda común, fronteras abiertas y un comercio sin barreras ¿qué nos impide a los sudamericanos tomar las mejores experiencias del pasado y superarlas? Imaginemos un verdadero Mercosur pero más que de gabinete con obras tangibles como nos HERMANEN como naciones.
Un gran sistema ferroviario sudamericano, que se extiende desde las costas del Caribe hasta las alturas de Quito, surcando las costas del pacífico hasta Santiago de Chile, para luego cruzar los andes hasta Mendoza y termine en la ciudad porteña de Buenos Aires. Que una la selva de Brasil con pucallpa y termine en las costas del pacífico. Esto es posible y no sólo traería un aumento significativo de valor de nuestras materias primas y por ende del PBI continental.
También abrirán nuevas oportunidades para las nuevas generaciones de profesionales, especialmente en turismo un sector con el potencial de crecer desde los 40 millones de turistas que hoy me visitan el continente sudamericano, hasta los 700 millones que visitaron el continente europeo en el año 2023. Cifras que son posibles entre otros factores, por la conectividad ferroviaria y autovías con lo que cuenta el viejo continente.
El financiamiento puede autogenerarse, dado que el simple anuncio de esta obra beneficiaría con el aumento del valor de nuestras materias primas. Además podríamos aprovechar la experiencia y tecnología de la República Popular China que ha construido 70,000 km de vías en los últimos 20 años. Dado que el comercio y la conectividad unen naciones, un proyecto como la construcción del tREN DE LA UNIÓN O TREN DE LA HERMANDAD O TREN DEL PROGRESO sudamericano cambiaría el enfoque de inversión hacia infraestructura en vez de armamento, empleando acer industrial nacional.
Depende de nosotros, como herederos de las primeras culturas continentales que forjaron un imperio en el Perú, asumir el compromiso de liderar estas propuestas y convertirnos en el corazón de este gran cuerpo latinoamericano, dar origen una nueva América unida, una nueva América hermanada, que transforme la vida de millones de seres humanos en nuestra región. En algún momento debemos decidir como continente dejar de ser la “despensa” del mundo y aspirar a ser un referente de desarrollo y progreso a nivel nacional.